Propiedades del aceite de Marula
por Negocianta · Publicada · Actualizado
Hace relativamente poco que está en el mercado pero seguramente ya os habéis encontrado con él: el aceite de marula ha llegado para quedarse, bien sea en forma de cosmética facial, corporal o capilar. Por ejemplo, este de Drunk Elephant se ha convertido en un superventas y marcas como The Ordinary lo venden en estado puro. ¿Qué tiene de especial la marula para que de pronto esté en todas partes? Vamos allá.
Comencemos por el principio, presentándolo. Este aceite se obtiene a partir de un árbol africano, en concreto de su fruto, del que no se desperdicia nada porque se usan tanto la cáscara como el interior del fruto. Su color es amarillo y su olor suave, similar al de la nuez.
¿Cuáles son sus beneficios?
Por encima de todo, es hidratante, puede con la piel más seca y el pelo más estropajoso. Y es tan elevada su concentración de ácido oleico y linoleico que no sólo dan brillo sino que nutre desde dentro la piel de manera profunda. También presume de una buena absorción, lo que se agradece en un aceite por aquello de no ir dejando manchurrones. Y es que por lo visto, al igual que el aceite de jojoba, su composición es similar al sebo de nuestra piel, así que esta no la rechaza dejando ese velo grasiento del que tanto huímos.
Por si seguimos recelando por el hecho de ser un aceite -y es que son muchos años evitando injustamente los productos grasientos- resaltaremos otro superpoder que lo convierte en aliado de las pieles grasas: no es comedogénico. Sí señores, no obstruye los poros como le pasa al de coco. Así que Marula 1- Coco 0.
Pero esto no es todo, también se le conoce su poder antioxidante gracias a su elevada concentración de vitaminas C y E y de otros antioxidantes menos conocidos como la epicatequina. De hecho, dicen que esta combinación de antioxidantes es super beneficiosa para luchar contra los radicales libres generados en la piel por la exposición solar y la contaminación. Según los estudios, el aceite de marula tiene alrededor de un 60% más de antioxidantes que el aceite de argán… vale, no queremos ser competitivos pero Marula 1-Argán 0 (¡o 0,5!)
¿Queréis más? Seguimos para línea y casi para bingo: parece ser un amigo de las pieles maduras dado que contiene aminoácidos como la arginina y el ácido glutámico que previenen el envejecimiento celular. También protege la estructura de proteínas de sostén como el colágeno y la elastina, siendo especialmente efectivo en inhibir las enzimas que destruyen la elastina. ¿Creíais que nos dejábamos a las pieles reactivas y sensibles? De eso nada, porque tiene un pH equilibrado que previene rojeces e inflamación. Yo no sé cómo no salimos corriendo a por este pequeño milagro de la naturaleza.
¿Qué usos podemos darle?
Siempre se podrá usar a discreción junto con la crema corporal para aportar suavidad e hidratación, aprovechando si podemos para dar un buen masaje. Para la cara, puede usarse como serum facial o, cambiando el orden, también sirve como barrera como paso final después de la crema hidratante, de manera que se “selle” la humedad. Otro uso, si estás utilizando tratamiento de retinol o derivados, en noches alternas puedes usar este aceite para reparar y minimizar la irritación que puede generar este tipo de tratamientos.
En el caso del pelo, dado que no lo engrasa demasiado, puede usarse para nutrirlo desde la raíz hasta las puntas. Es perfecto para el cabello seco, encrespado o quebradizo por sus propiedades hidratantes, humectantes y oclusivas. Y en el caso del cuero cabelludo, puede ser una solución natural a la inflamación, picazón y caspa dadas sus altas propiedades antimicrobianas.
Si tenemos los superalimentos, este debe ser entonces un superaceite. Eso sí, a tener en cuenta por favor que, como en el caso del aceite de argán, el aceite de marula suele recolectarse en cooperación con comunidades africanas, además de prensarse en frío, apoyando así diversos programas de desarrollo en el tercer mundo, como refugios para mujeres, escuelas y proyectos familiares, as que el consejo es que compres aquellos productos que tengan el correspondiente sello ecológico o de comercio justo.
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