Beneficios del pilates reformer, silla y suelo

Si me llegan a decir hace unos años que sería la defensora del pilates que soy hoy, no me lo creería. De hecho, lo comencé a practicar por encontrarme convalenciente tras una operación, y pensaba que era idóneo por ser algo más suave que el gym, tratándolo como una especie de gimnasia de mantenimiento destinada a señoras maduritas… ay, qué equivocada estaba.

Hoy, 7 años y 4 gimnasios diferentes después, puedo afirmar que este deporte es de lo más completo, pues te ayuda a tonificar tus músculos, moldear la figura, mejorar tu equilibrio y flexibilidad, además de ser una válvula de escape mental. ¿Te parece poco? Pues podemos continuar: corrige tu postura y alineación corporales, previene y rehabilita lesiones, fortalece el suelo pélvico, mejora la movilidad de las articulaciones, potencia el control del cuerpo, es adaptable a cualquier condición física, y hasta mejora la respiración. Ahora se comprende porqué no suelto esta disciplina.

Quienes lo hemos probado, ya notamos desde el primer día en que nos pusimos los calcetines antideslizantes -bueno, hay quien prefiere ir simplemente descalzo- que era una maravilla. Pero según te vayas conviertiendo en alumno avanzado -mucho depende de dar con un buen monitor formado- llegarás a amarlo, pues te lleva a niveles que nunca creíste que podrías alcanzar. Con la edad nos vamos quedando algo agarrotados, pero podemos llegar a sentirnos décadas más jóvenes por recuperar movimientos que creíamos perdidos de la infancia, cuando aún éramos casi de goma. Podríamos decir que al practicarlo, ganamos salud, calidad de vida y de movimiento. También es un excelente entrenamiento complementario para aquellos que practican deportes aeróbicos, como el crossfit o el running, y necesitan mejorar su fuerza y su elasticidad.

Modalidades de pilates

Si quieres tener una aproximación al pilates sin comprometerte con ningún gimnasio ni horario, puedes probar con la modalidad suelo en tu misma casa. Sólo necesitas una esterilla, ropa cómoda y dar con un tutorial de los muchos que hay en internet. Pero, para obtener mejores resultados, mejor inscríbete a un buen centro donde te harán seguimiento y te ayudarán a no hacerte daño por posturas incorrectas. Puede que practiquen la modalidad suelo -más económico seguramente- pero si quieres apostar en serio ve a uno que tengan máquinas reformer. Esto suele subir el precio dado que los grupos son reducidos, tanto por el espacio que ocupan los reformer como por la atención que debe dedicar el profesional para que sus alumnos consigan hacer correctamente los ejercicios, pero merece la pena, puesto que el trabajo muscular será más intensivo. Y ya si dicho gimnasio tiene como el mío, tanto reformer como la conocida como silla de pilates para alternar ejercicios, la mezcla es brutal, pudiendo hacer que se fortalezcan más en profundidad musculatura y core.

Controlar la respiración, clave del pilates

Dos de las claves que hacen que el pilates sea tan beneficioso para nuestro organismo son la atención que se pone en la respiración y en el fortalecimiento del core. La respiración constituye uno de los principios básicos del pilates. Sin una correcta respiración es complicado obtener un resultado óptimo de la práctica de pilates, puesto que en cada ejercicio la respiración te lleva a una mayor activación del centro y, por tanto, a una mayor estabilidad de tu columna.

Y no solo eso, con cada respiración oxigenas la sangre que llega a los tejidos musculares y eliminas toxinas, y ese control de la respiración reduce el estrés y favorece la concentración. Por todas estas propiedades regeneradoras y purificantes en nuestro organismo, Joseph Pilates la comparaba la respiración con «darse una ducha interna».

La segunda clave del pilates es el core, o la superficie que abarca desde la parte abdominal a la baja de la espalda: abdominales oblicuos, recto abdominal, suelo pélvico, diafragma, multifidus y el transverso abdominal. Trabajar y fortalecer esta zona es fundamental en cualquier tipo de disciplina deportiva, no solo en el pilates, porque actúa de escudo y esqueleto de los órganos internos y nos proporciona una mayor estabilidad y equilibrio, mejora nuestra postura y puede aliviar ciertos dolores lumbares.

¿Os animaréis a probarlo? Ya me contaréis en comentarios, seguro que no os decepciona.

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