Ventajas del homestaging y un inconveniente

Probablemente haya dos contenidos que nos saltan a todos al abrir internet y en concreto, nuestras redes sociales: recetas de cosas cuquis hechas con sólo 2 o 3 ingredientes, y multitud de anuncios de homestaging local. Ah, y un tal Pedro Pascal, que debe ser el actor del momento, porque le veo hasta en la sopa.

Pero, ¿qué es el homestaging? y sobretodo, ¿qué quieren vendernos?

Resumiendo bastante, es un servicio que puede interesar a personas que tengan propiedades a la venta o en alquiler y consiste básicamente en prepararlas de tal manera que sean atractivas visualmente y por tanto te las quiten de las manos. Lógicamente, la inmediatez suele estar relacionada con el mejor y máximo importe posible, puesto que la prisa no es muy amiga de la negociación.

¿Cómo lo hacen? Normalmente se analiza si la vivienda necesita ese punch con el que las personas se pueden imaginar viviendo allí y por ello se lancen a adquirirlo. A veces, para ello es necesario hacer un «lavado de cara» a la vivienda que incluya el vaciado de todo ese mobiliario anterior que molesta, se pinten de blanco las paredes si no lo estaban y se coloquen de forma temporal otras piezas de mobiliario con las que se hará la posterior sesión de fotos. Y poco más, a esperar las llamadas de los interesados. Normalmente se conseguirá la venta de la casa por el mejor precio posible, uno que compense con creces haberse embarcado en un proyecto de homestaging.

¿Y cómo distinguir una vivienda a la venta o en alquiler con o sin homestaging? Fácil. Entra en un portal inmobiliario y ponte a salsear casas: todas aquellas que salgan con fotos oscuras, habitaciones llenas de trastos, colores chillones sin orden ni concierto y descripciones de texto poco inspiradas serán ofertas de toda la vida que no saben ni esperan al homestaging. Pero como veas fotos que parecen profesionales, de colores blancos, muebles nórdicos y piezas evocadoras como libros abiertos, zumos de naranja en bandeja, frases motivadoras, etc, hete aquí un homestaging de manual.

¿Pero acaso puede tener algún inconveniente este sistema? Claro que no tiene nada de malo, pero el win-win como imagináis se lo lleva el tandem vendedor-agente. El comprador o inquilino, obviamente se llevará una vivienda que le guste mucho, pero que también ha pagado el precio más alto posible. Recordemos además que la foto no es la realidad, y en la gran mayoría de los casos la casa va a requerir una reforma real posterior.

El resumen es muy fácil, puesto que depende del bando en que te encuentres:

  • ¿Vendes o alquilas? Vete al homestaging de cabeza, la inversión merecerá la pena.
  • ¿Buscas adquirir una vivienda? Aprende a mirar las viviendas con ojos de futuro y procura sacarle ventaja en forma de una rebaja en la negociación, especialmente si lleva mucho tiempo a la venta. Teniendo en cuenta que al comprar una vivienda homestaged puedes estar pagando un 10% de más, es como para motivarse y empezar a desarrollar tal habilidad y olfato.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.