Rejuvenece tu mirada con la blefaroplastia

Hoy vamos con uno de los grandes hits de la medicina estética: la Blefaroplastia Láser. Si no te suena, apréndete bien este pentasílabo porque se ha convertido en poco tiempo en una de las cirugías más demandadas en los centros médico- estéticos. Vamos con ello.

¿Qué es la blefaroplastia y en qué consiste?  

Dicho rápidamente, es la eliminación de piel, y a veces de grasa, del párpado superior, que por lo que sea se muestra deteriorado y con ello lastra la mirada. Entre sus causas, la propia de la edad es la más frecuente, pero puede ser también por causas traumáticas o hasta por lesión del músculo elevador. Y por supuesto, todas ellas agravadas por factores hereditarios. Vamos, que si a tu abuela y a tu madre se les han ido poniendo los ojos «tristes y caídos», es más que probable que te ocurra lo mismo con los años.

A pesar de ser una zona muy delicada, no hay nada que temer, la blefaroplastia es una operación mínimamente invasiva y se practica con mucho éxito desde hace años. La intervención se realiza con anestesia local y sedación, dura aproximadamente una hora y el paciente puede abandonar la clínica al poco tiempo. Eso sí, la única preocupación y advertencia a tener en cuenta es la de buscar y encontrar un centro que nos de seguridad y donde la intervención la realice un oftalmólogo oculoplástico, que es quien dispone del conocimiento médico y quirúrgico necesario para tratar esta zona. Siguiendo con los pasos del post operatorio, se quitan los puntos a los 5 días y los hematomas desaparecen en 7-10 días aproximadamente. Ya en casa, se debe realizar reposo relativo durante dos semanas. Normalmente aplican toxina botulínica como complemento a esta intervención.

Et voilá, con esta cirugía se consigue con mucho éxito una mejora del aspecto cansado de la cara. El subidón de autoestima que puedes observar en personas que se lo han hecho es increíble, en mi caso personas que pasan de 70 años y que con esto se han vuelto a ver estupendas y con unas ganas de vivir la vida que da gusto verlas. Y es que la mirada recupera vitalidad y expresividad, los ojos se ven más grandes y el rostro presenta un aspecto más joven y saludable. En los casos en los que el exceso de piel era tan grande y el párpado limitaba el campo visual superior, la blefaroplastia también permite recuperar la funcionalidad del ojo.

Se sabe que la belleza externa no lo es todo en esta vida, pero si alguien tiene un complejo con esta zona de los ojos, que al fin y al cabo es a donde miramos las personas al hablar, y nos dicen que hay algo para aportar viveza y alegría a la mirada, pues bienvenido sea ¿no? Por si fuera poco, tenemos dos en uno, porque la blefaroplastia facilita la desaparición de la bolsa y ojeras, con lo que la sensación de cansancio se va difuminando.

Y si encima nos dicen que es una operación relativamente económica, tenemos todo el viento a favor.

 

 

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