Cómo mantener un césped verde y sano sin esfuerzo

Imagina un robot tipo Roomba, pero ahora cambia el suelo de la casa por el césped del exterior y tendrás el accesorio que más tiempo te va a ahorrar en el jardín. Ante ustedes, aquí el robot cortacésped.

Esta semana leía un curioso artículo sobre las peculiaridades de la vida rural, la cual puede volverse especialmente complicada en situaciones como la vivida por la protagonista, cuando se enfrentaba al reto de tener que desbrozar el terreno que rodeaba su casa y pensó, como solución, en la compra dos ovejas que acometiesen dicha noble labor. Con mucha gracia, narraba el largo proceso que se requiere para conseguir tener a dos rumiantes campando a sus anchas por los dominios verdes que rodean la casa, y la verdad es que resultaba algo frustrante sólo de leerlo. Esta es la clase de aventuras en las que nos podemos ver envueltas aquellas personas que siempre hemos sido urbanitas pero por cosas como la salud, el estrés causado por esa vida en la urbe y, quién sabe, quizás hasta esta pandemia, nos hayan llevado a querer hacer realidad nuestro sueño de una casa unifamiliar, quizás el chalet con terreno alejado del ruido mundanal, que nos aporte esa libertad y ese oxígeno que tanto echamos ahora en falta. Pero, amigas, el encanto inicial que produce el aire fresco del entorno rural puede dejar paso a una serie de problemas entre los que destaca el inexorable crecicimiento del cesped.

¿Qué ofrece este pequeño amigo?

  • Automatizas la tarea del corte, con un sistema que recuerda tus dominios y evita que se vaya a cortar el césped del vecino. Algunos son tan pro que evitan zonas complejas con árboles y desniveles de hasta el 35%. El futuro era esto.
  • El abonado. Por increible que parezca, como si se retroalimentara, a la hierba le sirven los restos de puntas cortadas que deja el propio robot para abonarse. 
  • El riego. El sofware puede incluir un programa de riego ideal para que en las épocas calurosas y soleadas nuestra querida pradera no te quede amarilla y pajiza.
  • Resistencia y mantenimiento. La mayoría aguantan la lluvia y tienen en común un sencillo sistema de reposición de las cuchillas cuando se necesite. Asimismo, algunos se pueden controlar vía wifi o domótica, de forma que uno tenga la casa lista con una orden simple desde el móvil.
  • Tamaño. Tan coqueto y ligero -rondan entre los siete y once kilos- que no hace falta tener una caseta de aperos para guardarlo. Ideal destinar un sitio en el garage que cuente con corriente eléctrica con el que recargar la batería.
  • El precio. Según estas comparativas, los precios son bastante razonables. Vale, quizás parezca necesario hacer una inversión inicial, pero si piensas en el trabajo que te evita de tener que contratar a alguien externo que lo haga por ti cada pocas semanas -ni que decir de tener que mantener y sufrir a las dos ovejas Dolly de las que hablábamos al principio :) -al final se acaba amortizando.

Está claro que la vida en un unifamiliar o en el campo tiene su aquel, pero la satisfacción de tener y disfrutar de un terreno bien cuidado no tiene precio.

 

1 respuesta

  1. don dice:

    ja,ja, lo delas ovejas no está mal, incluso te abonan el campo, pero desde luego un cortacésped resulta más práctico.

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