Beneficios del té de alcachofa
Ahora que estamos en plena temporada de esta hortaliza vamos a echarle un poco de imaginación para aprovechar algo más sus propiedades. Ya sabemos que la alcachofa es conocida en las dietas adelgazantes e incluso algunas famosillas de medio pelo lo anuncian como la panacea. Pero no hace falta gastarse los cuartos en comprimidos de farmacia o herboristería, lo mejor es preparárselo directamente con la materia prima. Si os gusta prepararos tés y hierbitas varias, aquí va una idea:
¿Cómo? Como cualquier infusión, llevando 20 gramos de hojas limpias de alcachofa a ebullición durante diez minutos, se deja reposar durante otros cinco et voilá.
¿Cuándo? Yo diría que cuando te plazca porque no es una medicina ni nos queremos estresar con instrucciones específicas, pero la recomendación es antes de las comidas si quieres aprovecharte de su efecto saciante o después de las mismas si buscas aliviar la digestión.
¿Cuánto? Se habla de hasta tres tazas diarias.
¿Por qué? Porque el agua de la alcachofa es increíblemente rica en vitaminas y minerales, por que es ideal para optimizar el funcionamiento del hígado y los riñones, por que depuran toxinas, nos ayudan a eliminar grasas y limpian, además, los residuos almacenados en el colon. También mejoran nuestras digestiones. Y por si fuera poco, nos ayuda a combatir el llamado colesterol malo.
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