OPI: Una historia de amor esmaltado
No sé en qué mundo vivía yo sin conocer los esmaltes de uñas OPI pero con su descubrimiento he visto respondidas mis plegarias.
Se trata de, a simple vista, unos esmaltes con la misma pinta que cualquier otro pero que distan muchísimo de parecerse a sus semejantes. Y es que, no sé cómo se llegó a la formula que los crea, pero sus inventores han conseguido una textura increíble que se fija a la uña y da un brillo precioso.
En contra: su precio. Al no tener, al parecer, competidores en el mercado, la rentabilidad es algo jugosa, alcanzando los 16€ un ejemplar de tamaño normal en una tienda Sephora.
Mi consejo: comprar algún kit de miniaturas, salen mucho mejor de precio y te da la posibilidad de cambiar de tonos. Además, teniendo en cuenta que se secan menos que otros, puede que este formato salga más a cuenta. Al fin y al cabo, ¿alguien ha terminado alguna vez un esmalte de uñas? Yo al menos creo que nunca, se secaban antes de estar al 80% de su capacidad.
Y para completar el acabado de manicura, si se usa el Top Coat (algunos kits lo incluyen entre sus miniaturas) que hace un efecto perfecto además de proteger la capa de color, mejor que mejor.
Ya tenemos otro elemento que nos hace la vida más fácil ;)
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